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Amanecer


Estos últimos días he tenido la fortuna de ver el amanecer. Hay algo maravilloso en observar al sol salir. Es como sentir que el nuevo día es un lienzo en blanco, lleno de oportunidades. Cuando me levanto más tarde, es como si estuviera un poco atrasada, jajaja. Gracias a estos amaneceres, nublados e invernales, pero hermosos de cualquier forma, me he dado cuenta de que los primeros pensamientos del día pueden determinar su curso. Si me despierto pensando que mi vida está mal, o me siento enojada, desesperada o frustrada, ¿qué clase de día espero tener?

Es verdad que últimamente las cosas no han salido como esperaba. Y también es cierto que me he sentido abrumada, cansada y triste. Sí, también he llorado, he llorado mucho. Pero he decidido manejar mis emociones de una manera consciente para que ellas no terminen apoderándose de mí. He elegido alejar el malestar y el dolor de mi mente para poder brindarle libertad a mi corazón. Libertad para disfrutar las cosas hermosas de la vida, las que verdaderamente importan, las pequeñas que tenemos a nuestro alrededor, como ver el amanecer y estar enamorada.

Hoy, y mañana también, sin importar si fuiste testigo de la salida del sol, empieza tu día con los mejores pensamientos. Despierta agradecido por estar sano y porque tus seres amados están bien (o mejor jaja). Despierta feliz porque puedes ver, caminar y escuchar. Despierta pensando en esa persona especial que llena tu corazón, soñando con verle y darle un beso. Despierta sonriendo y tal vez brindando una palabra amable a alguien. Entonces irradiarás amor y tendrás el mejor de los días, la mejor de las semanas, el mejor de los años...

La belleza está todo el tiempo alrededor de nosotros. Abre bien los ojos, ¡ahí la tienes! En cada instante, en tu respiración, en los sonidos del viento. ¡Eso es la vida! No el dinero, ni las cosas materiales que puedas acumular, sino lo que te hace vibrar, sentir y sonreir. La felicidad no es algo que provenga del exterior, como unos hermosos zapatos o el saldo de tu cuenta bancaria. La felicidad simplemente está ahí, dentro de ti, si es que has sabido llenar a tu corazón de belleza y si es que sabes quién eres y a dónde vas, y no dejas que nada ni nadie se interponga en tu camino.

Toma ese lienzo en blanco que obtienes cada día y llénalo de color, de sabor, de amor. Llénalo de ilusiones, de sueños, de tardes al aire libre y caminatas, de risas, de besos. ¡Aprovecha un año nuevecito! Seguramente este 2011 te encontrará convertido en un mejor ser humano: 12 meses más viejo, 12 meses más sabio, 12 meses más vivido, 12 meses más aventado, 12 meses más entendido, 12 meses más feliz y 12 meses más experimentado en el sutil arte de vivir. Espero que así sea. ¡Feliz año a todos! Los amo.